Presento cuatro fragmentos comparativos para ilustrar la influencia de Mozart en el joven Schubert. La primera, la Fantasía en do menor D. 933 del año 1811 que sigue el esquema fiel de la famosísima Fantasía en do menor Kv 475 de Mozart. La estructura general, sus partes (Largo/Andantino/Allegro/Largo) y su plan tonal, coinciden casi plenamente con la genialidad que veinticinco años antes compusiera Wolfgang Amadeus.
Escuchemos los primeros compases de ambas fantasías:
Escuchemos ahora otro de los temas, de carácter juguetón dubitativo en cada una de las obras y comparemos:
Con el segundo grupo de ejemplos nos convenceremos de lo bien que Schubert conoció el Requiem en re menor Kv 626 de Mozart. La influencia de Wolfgang Amadeus sobre la música sacra de Schubert fue enorme, no solo citando temas, imitando texturas o instrumentación, sino en algunos casos logrando atmósferas musicales muy similares. Revisemos el inicio del Requiem y comparémoslo con un fragmento del Gloria de la Misa n. 1 en Fa mayor D. 105:
Revisemos otro fragmento del primer número del Requiem y comparémoslo con un fragmento del Sanctus de la Misa n. 3 en Si bemol mayor D. 324:
Recomiendo escuchar las cinco obras completas para convencerse que, a pesar de tomar ideas musicales prestadas, Schubert ya mostraba un contorno melódico muy personal, un manejo de las partes corales muy atractivo y una utilización de las dinámicas bastante exclusivo (tema que será abordado en una de próxima entrada).
En el año de 1818, Franz Peter dedica la composición de su Deutsches Requiem a su hermano mayor Ferdinand. Diez años más tarde, a pocos días del fallecimiento de Franz, será Ferdinand quien dedique su Requiem Op. 9 en sol menor a su hermano menor. Se piensa que fue la última obra que el enfermo Franz Peter escuchó. Aunque en el catálogo de la música clásica, es considerado un Requiem menor, incluye un detalle que me atrajo poderosamente la atención. Comparemos la melodía de la primera Aria de la Reina de la Noche en La Flauta Mágica de W.A. Mozart y el inicio del Agnus Dei del Requiem de Ferdinand Schubert. Creo es más que obvio, que no es mera coincidencia. Recuerdo el texto del inicio del Aria: “He sido elegida para sufrir / pues me falta mi hija / al perderla a ella / perdí toda mi dicha” y lo imagino en el contexto del Cordero de Dios de la Misa para Difuntos. Quizás fue una última alusión a la importancia que tuvo W.A. Mozart en la vida de Franz Peter Schubert.
Intérpretes:
¡Don Carlos, precioso comienzo, enhorabuena, mucho ánimo y siempre hacia arriba y adelante!
ResponderEliminarSalud, paz, sonrisas y un muy cordial saludito.
Elgatosierra
Bravo Carlos,aquí estoy acompañándote,y aprendiendo desde el sur de Francia.Un abrazo y gracias por compartir
ResponderEliminarCarlos, enhorabuena. Un blog mas para aprender cosas buenas de la buena música.
ResponderEliminarUna magnifica entrada.
Desearte una feliz singladura en este proyecto.
Un fuerte abrazo desde las Islas Canarias.
Felicidades Carlos. Aquí estaremos para aprender. Un abrazo desde Sevilla.
ResponderEliminarGracias Carlos una buena página para aprender de un profesor excepcional
ResponderEliminarEnhorabuena Tocayo! Ya te recomendaré. Exitos!
ResponderEliminarGracias a todos por estar pendientes e infundir el ánimo que bien va cuando se emprende un proyecto. Seguimos adelante!!
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